Alimentando la Paz

Hoy celebramos el Día de la Paz y como no podía ser de otra manera la misión de esta semana trataba sobre eso, la PAZ.

Cuando el lunes les visité lo primero que hice fue preguntarles ¿qué es la Paz?. Hubo mucha variedad de respuestas: «la no violencia», «que no haya guerras», «que no haya peleas», etc. Todas fueron muy acertadas pero siempre coincidían en proyectar la Paz hacia afuera, es decir, que entendían que la paz se conseguía cuando se resolvían conflictos entre las personas. Fue entonces cuando les conté el cuento de «Los dos lobos».

«Los lobos de nuestro interior»

En una ocasión estaba un anciano cherokee hablándoles a sus nietos sobre la vida. Durante su conversación les dijo: “Hay una batalla teniendo lugar en mi interior…es una pelea terrible entre dos lobos».
Un lobo representa el miedo, el odio, la ira, la envidia, la avaricia, la arrogancia, el resentimiento, la culpa, la autocompasión, la inferioridad, la mentira y el ego.
El otro lobo es la alegría, la paz, el amor, la bondad, la esperanza, la serenidad, la compasión, la generosidad, la amabilidad, la amistad, la humildad y la verdad.
Miró a los niños y les dijo: “Esa misma lucha está teniendo lugar en vuestro interior y en el interior de cualquier persona que viva”.
Los niños se quedaron un rato pensativos, y al fin uno de los nietos preguntó a su abuelo “¿Y cuál de los dos lobos ganará?”. A lo que el anciano cherokee respondió: “Ganará el lobo al que más alimentes”.

A los más pequeñines les conté la historia diciéndoles que esa batalla tenía lugar en un bosque, pues son muy pequeños para poder entender la fábula. Y a los demás se la expliqué después de contársela haciéndoles ver que la forma de alimentar esos lobos de nuestro interior no es con comida sino con «atención». Si ellos ponen más atención y se centran más en las cosas que les enfurecen, que les entristecen, que ansían, etc. estarán alimentando al «lobo malo». Pero sin embargo, si ellos ponen más atención en las cosas bonitas que les pasan, en quererse a ellos mismos y a las personas que les rodean, si hacen las cosas con entuasiasmo y con paciencia, etc., en ese caso estarán alimentando al «lobo bueno». Después de que entendieran el significado del cuento les pregunté «¿qué lobo queréis que gane?». Y no hubo ninguna discrepancia pues todos se comprometieron a alimentar a su «lobo bueno».

Utilicé este cuento para explicarles que tanto la «paz» como la «guerra» comienzan en nuestro interior y es nuestra decisión. Si nosotros decidimos alimentar al «lobo de la alegría y de la paz» transmitiremos paz y buen rollo a nuestro alrededor, pues estaremos más predispuestos a poder dialogar con nuestro entorno, a vivir nuestro día con alegría y a esforzarnos en hacer las cosas lo mejor posible. Pero si por el contrario decidimos alimentar al «lobo de la ira, del miedo o de la mentira» sólo transmitiremos mal rollo, estaremos de mal humor, discutiremos con todo el mundo por cualquier cosa … en definitiva, declararemos la «guerra» a cualquiera que se nos ponga por delante.

Después de reflexionar sobre todo esto, de entender que todos somos responsables de nuestros actos y que estos nos pueden llevar a la paz o a la guerra, les repartí un papel y un palillo largo. Durante toda la semana deberán reflexionar sobre lo que es para ellos la Paz y cómo pueden conseguirla. Después lo escribirán o dibujarán y con ello crearán un banderín. ¿Por qué hacemos esto?, ¿qué haremos con esos banderines? La semana que viene lo descubriréis…

Todos nosotros somos responsables del mundo que deseamos tener, por ese motivo debemos luchar primero por nuestra paz interior para después poder defender la paz exterior. Y vosotros… ¿a qué lobo vais a alimentar?

• Posted by » “Sembrando PAZ”Latido Emocional 06/02/2016 at 12:18 am

  […] misión de la semana pasada “Alimentando la PAZ” quedó incompleta porque el tiempo atmosférico no nos dejó concluirla pero no nos ha […]

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